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17 de octubre de 2023

NOTA DE PRENSA N° 10

PREOCUPANTE AUMENTO DE PERSONAS MAYORES PERDIDAS Y ABANDONADAS EN CUBA

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La situación general de la seguridad ciudadana en el país se viene deteriorando desde hace años progresivamente. La narrativa oficial no reconoce estos crecientes escenarios de inseguridad a lo largo de la isla y se dedica a “desmentir” las denuncias y reclamos de la población en redes sociales a través de sus mecanismos de propaganda pública. Se observa igualmente un aumento en el abandono de personas mayores por parte de las instituciones de asistencia y una retirada del Estado de los mecanismos de protección social y atención comunitaria, lo cual está impactando de forma muy negativa en la calidad de vida de este grupo, especialmente de aquellos que viven solos. Mientras el Estado deja a su suerte a una generación entera que le ofreció sus mejores años y su esfuerzo laboral bajo condiciones pésimas de supervivencia en muchos casos, los conflictos intrafamiliares y comunitarios aumentan. A modo de ejemplo referimos este testimonio recogido por la prensa independiente:

“Caridad, 77 años, fue siempre ama de casa y no se siente cómoda dependiendo de sus dos hijas porque sabe que "no les alcanza el salario ni para la mitad del mes y tienen hijos también". "Me dan algo, pero a mí tampoco me alcanza. Dicen (los trabajadores sociales) que no tengo derecho a una ayuda, que las demande y me tienen que dar más. ¡Qué cosa tan horrible echar a pelear a la familia!", considera”.[1]

Unos casos particulares de especial preocupación son las desapariciones de adultos mayores sobre las que se puede leer en las redes sociales, las cuales en su mayoría quedan no resueltas o ignoradas por las autoridades policiales del país. A continuación tomamos dos ejemplos ilustrativos recogidos por los medios independientes Cubanet y Diario de Cuba.

1

(...) Guillermo Beber Pérez, de 75 años, se encuentra desaparecido desde el pasado miércoles 14 de junio cuando salió de su casa en Nuevitas, Camagüey, para viajar a Guáimaro donde vive parte de familia. En conversación vía Messenger con CubaNet su nieta, Merly Rivero, detalló que fue visto por última vez en San Miguel, donde hacía señales para tomar botella hasta Guáimaro. Al no llegar a su destino, su familia pidió ayuda en las redes sociales para encontrarlo. Las autoridades les dijeron que debían esperar 72 horas para denunciarlo como ausente.

Beber fue visto por última vez con un pulóver de rayas azules y blancas. Llevaba una pequeña mochila con ropa. Su nieta resalta que no cargaba consigo ninguna pertenencia de valor. Guillermo nunca antes había tenido un comportamiento así. El anciano es diabético y su familia piensa que puedo haber sufrido una hipoglicemia (se produce cuando tu nivel de glucosa sanguínea baja demasiado como para que continúen las funciones corporales), lo cual quizá lo habría disociado.[2]

2

Francisco González, un cubano de 63 años residente en el municipio de Guanajay, en Artemisa, y más conocido por el sobrenombre de Guayabera, se encuentra desaparecido desde el 17 de julio último y sus familiares no han vuelto a tener noticias de su paradero, informó a DIARIO DE CUBA su nieta, Mayvelín Curbelo Balseiro.

"Cuando notamos la ausencia de mi abuelo, él se dirigía a la casa donde antiguamente vivía, situada en el Km 1 de la carretera del Jobo, en Guanajay. Fue visto por última vez en un lugar llamado Cuatro Caminos, y andaba con un pantalón beige y camiseta negra. Quien lo encuentre, por favor, llame a los teléfonos 54216271, 54035796, 53479469", pidió Curbelo Balseiro.

"La Policía ha puesto fotos en los lugares que él recorría, como Caimito y Bauta. En una ocasión, la Sección de Búsqueda recibió el aviso de que mi abuelo se encontraba en el Hospital de Artemisa, pero cuando fueron, no era él. Toda mi familia está desesperada", contó la nieta del desaparecido.

Los reportes de cubanos desaparecidos de todas las edades son cada vez más frecuentes en las redes sociales.

Por ejemplo, desde el 28 de junio está desaparecido el camagüeyano Erostilde Barthelemy, de 65 años, sin que los familiares sepan absolutamente nada de su paradero. Esto, aún cuando su hijo ofrece una recompensa de 500 euros para quien lo devuelva sano y salvo a su casa.[3]

¿Qué hacer ante estas situaciones?

Lo que establece la ley es que no se debe informar de una desaparición hasta pasadas las 72 horas del incidente. En el caso de las personas mayores este plazo puede resultar vital en la búsqueda, porque en muchos casos se trata de personas con algún padecimiento limitante de su salud, por lo cual el tiempo corre en su contra cuando se encuentran en una situación de esta naturaleza.

No existen actualmente redes de apoyo diseñadas para ayudar a resolver estos casos ni instituciones que tengan mecanismos creados para estos efectos. En nuestras indagaciones nos percatamos que al menos a nivel local, la percepción general es que las desapariciones deben ser tratadas como un fenómeno de naturaleza penal y, por tanto, deben ser atendidas directamente por los órganos del Minint y la PNR.

En las comunidades, casas de abuelos e instituciones de atención a las personas mayores, no existe un mecanismo de respuesta que se active cuando ocurren estos eventos y los llamados factores de la comunidad involucrados en la atención de esta población en estas instituciones, opinan en su mayoría que este es un problema que deben resolver las familias por sus propios medios. Aunque los trabajadores sociales y el médico de la familia, quienes suelen llevar un registro sobre los adultos mayores de su comunidad, pueden brindar ayuda, no reconocen que esto sea parte de su labor cotidiana y, por tanto, no lo comprenden como una prioridad dentro de su cronograma de trabajo. Se observa una indolencia institucional hacia este fenómeno que va en aumento, tendencia que debe continuar a medida que el país siga envejeciendo y su infraestructura pública, dígase transporte, iluminación pública, calles, aceras, baños públicos, etc., siga deteriorándose por falta de inversión y mantenimiento.

En el proceso de investigación para conocer más sobre la situación de los adultos mayores perdidos o abandonados, entrevistamos a un médico de familia de la comunidad La Gloria, quien pidió permanecer anónimo.

“En el caso de nuestra comunidad ha habido dos desapariciones documentadas en los últimos tres años, ambos eran adultos mayores que vivían solos, salían a deambular a la calle en busca de ayudas y artículos que encontraban en la basura y en ambos casos un día no regresaron y ya. Uno de ellos no tenía familia y el otro solo tenía una hija que vive fuera de la provincia. Se le comunicó la situación, su respuesta fue “y yo qué puedo hacer”. Estos casos son más abundantes de lo que se imagina, lo que pasa es que no se reportan, porque en definitiva no hay nada que hacer. La policía no busca como debe y se limita a poner sus fotos en un mural. No hay una organización o un procedimiento conocido para lidiar con este problema que crece. El médico no puede hacer nada salvo informarlo en la comunidad. Uno hace el terreno[4] y cuando se da cuenta de que el anciano lleva muchos días fuera de su casa pregunta a los vecinos y si le llegas al [delegado] del consejo popular, le preguntas y le dices, pero en la concreta no hay nada más que hacer.”

RECOMENDACIONES

Basándonos en la información preliminar recogida y sistematizada para esta nota de prensa, proponemos las siguientes recomendaciones:

  1. Reconocimiento nacional de este fenómeno en los medios de comunicación y por parte de las autoridades administrativas locales y regionales.

  2. Sensibilizar a la población sobre el problema y estimular el diálogo nacional en función  de crear soluciones y establecer mecanismos comunitarios preventivos.

  3. Creación de un Sistema Nacional de Alerta Temprana que se active antes de las 72 horas establecidas por las regulaciones vigentes. Este sistema debe diseñarse a nivel nacional y regularse a nivel local, teniendo en cuenta las características socioculturales de cada región o comunidad, según aplique el caso. Este sistema debe estar compuesto por los llamados factores comunitarios, tales como las casas de abuelos, el mecanismo de dirección de los consejos populares, el sector de la PNR, las áreas de salud, el consultorio médico, las organizaciones de masas y las instituciones vinculadas a la seguridad social y programas educativos de la comunidad. Debe trabajar en coordinación con las demás provincias, notificar públicamente sus resultados, crear informes periódicos para el consumo público y mantener una vigilancia proactiva en las comunidades y barrios. 

  4. Crear una plataforma nacional de información digitalizada de acceso público y actualizada en tiempo real, que puede utilizar a los Joven Club comunitarios de computación como soporte físico para su página web. De esta forma se podrá proveer de información al público sobre personas desaparecidas, especialmente si son adultos mayores en estado de vulnerabilidad o con impedimentos cognitivos o motores. En esta plataforma se deberán habilitar varias vías para recibir pistas e información de los desaparecidos, ya sea mediante correo electrónico, SMS, redes sociales o llamadas telefónicas. Esta plataforma deberá realizar informes periódicos de acceso público sobre la situación general de personas desaparecidas en el país. Además, utilizando herramientas de procesamiento de metadatos, puede crear modelos de atención preventiva a comunidades vulnerables, basándose en variables controlables bien comprendidas y sistematizadas.

  5. Los gobiernos municipales deberían destinar partidas presupuestarias para sufragar los gastos de búsqueda y rescate de adultos mayores desaparecidos, especialmente en escenarios rurales o intrincados, donde se observa con mayor frecuencia este fenómeno de manera anecdótica. A la misma vez entrenar brigadas de voluntarios que pueden brindar asistencia a otras autoridades en el proceso de búsqueda desde el mismo momento de la denuncia, sin tener que esperar a los tres días.

 

[1] Ramírez, O. (2023) “El nuevo Código de las Familias mantendrá en la desprotección a miles de ancianos cubanos”. Disponible en: https://diariodecuba.com/cuba/1648916130_38553.html

[2] Cubanet. (2023) “Anciano cumple tres días desaparecido en Camagüey”. Disponible en: https://www.cubanet.org/noticias/anciano-cumple-tres-dias-desaparecido-en-camaguey-cuba/

[3] Fernández, W. (2022) “Desaparecido por más de un mes un cubano de 63 años residente en Guanajay”. Disponible en: https://diariodecuba.com/cuba/1661728920_41871.html

[4] Visitas programadas a los pacientes de la comunidad

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