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En cuanto al cuidador, existe un problema muy grave en el sentido de que estamos hablando de personas con edades en promedio de 48 años, que son económica, social y políticamente activas. Muchas de estas personas abandonan sus carreras para cuidar. 

Charles Ysaacc Da Silva Rodrigues

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Entrevista a:

CHARLES YSAACC DA SILVA

Alejandra Lache

Por:

MARIA ALEJANDRA LACHE

Licenciado en Psicología Clínica (UAL), Posgraduado en Neuropsicología (CRIAP), Master en Psicología del Lenguaje y Logopedia (UAL), Doctorado en Psicología (Universidad de Extremadura)

 

Profesor de la Universidad de Guanajuato y forma parte del Sistema Nacional de Investigadores en México. Investigador colaborador del CEMRI-UAb, Miembro del Claustro de Doctores de la Universidad de Extremadura, España. Posdoctorado en Filosofía Antropológica por la Universidad de Lisboa, Doctorado por la Universidad de Extremadura con Sobresaliente CUM LAUDE. Especialización en Neuropsicología por el Instituto CRIAP, Lisboa, Maestría en Psicología del Lenguaje y Logopedia por la Universidad Autónoma de Lisboa, Licenciatura en Filosofía, Universidad de Lisboa y Psicología Clínica, UAL.

¿Cuáles son los avances legislativos y políticos en México alrededor del tema de envejecimiento y cuidados?

En términos de envejecimiento existen documentos gubernamentales que mencionan una serie de derechos para los adultos mayores, también existen políticas públicas y programas de apoyo social para esta población. Sin embargo, es necesario que estas políticas públicas sean reajustadas a la realidad, considerando el ámbito sociocultural del país, ya que México es un país grande y la cantidad de población es extensa, por lo que existen muchas formas de cultura y dinámicas socioculturales que se deben tener en cuenta para crear políticas públicas que estén fundamentadas en necesidades reales.

Lo anterior es importante ya que ha faltado la evaluación de la población mexicana, puesto que no conocemos, ni física ni psicológicamente, a nuestra población de adultos mayores. Por ejemplo, la agenda 2030 de la Organización Mundial de la Salud de alguna forma intenta que no se muestren los datos que están relacionados con el envejecimiento patológico, por lo que pareciera ideológico hacer creer que en 10 años podríamos tener una sociedad con adultos mayores en fase de envejecimiento normal, ya que no es una realidad. Por ejemplo, Finlandia tuvo un proceso exitoso en el que el envejecimiento pasó a ser saludable y dejó de ser patológico, pero fue un proceso de más de 60 años que involucró al gobierno a la sociedad, y a la organización civil y existió un trabajo conjunto que inició con niños décadas atrás. 

Hay que considerar que tenemos dos procesos, uno de transformación que se desarrolla en los niños y el otro es de contención que lo hacemos en los adultos, pero realmente este proceso de contención en adultos es menos eficaz, por lo que lleva más tiempo. Esto muestra que no se debe hacer una agenda en diez años para lograr algo, cuando el proceso de cambio puede llevar al menos 60 años, es decir, una generación. Por ello es necesario empezar a educar las nuevas generaciones, explicando lo que es el envejecimiento, los beneficios, ya que envejecer no es una enfermedad, no es algo catastrófico, es un proceso tal como lo es ser niño o ser adulto.

En cuanto al cuidador, existe un problema muy grave en el sentido de que estamos hablando de personas con edades en promedio de 48 años, que son económica, social y políticamente activas. Muchas de estas personas abandonan sus carreras para cuidar. En una investigación que realizamos se evidencian 3 factores de riesgo que no están gestionados en políticas públicas. Inicialmente 1) la edad, que comprende una fase importante para el desarrollo económico del país, en donde a los 48-50 años se encuentran en una fase del pico más alto del desarrollo del individuo hablando en términos profesionales y sociales; 2)  el estado de salud, en donde la mayoría padece alguna condición de salud como psiquiátricas, neurológicas y oncológicas por lo que no deberían cuidar, sino ser cuidados y, 3) son personas que tienen problemas de sobremedicación, ya que más del 80% de estos cuidadores están sobre medicados, debido a las cargas de ansiedad, estrés y depresión.

No hay políticas públicas para personas mayores y para el cuidador, por lo que en este documento se algunas ideas de lo que podríamos hacer. Por ejemplo, transformar el proceso de cuidado en un proceso profesional en el sentido no solo de la formación, sino también del ámbito económico. Esto implica que el cuidador sea considerado como un trabajador con sus derechos y deberes.

En este ámbito creo que es necesario urgentemente la formación y certificación para cuidadores, supervisada por instituciones gubernamentales que están asociadas al ámbito del envejecimiento. En caso contrario estamos entrando en un bucle que es bastante peligroso desde mi perspectiva que es una formación que no forma, que simplemente informa. En consecuencia, lo que necesitamos son estrategias, ya que la teoría las tenemos en libros y en artículos, y los cuidadores conocen la teoría, pero cuando los formamos tenemos que formarlos primero en varias áreas conocimientos de enfermería, psicología, entre otras.

¿Qué avances existen desde el Estado y desde las organizaciones independientes alrededor de los cuidados?

Lo que se está haciendo por los cuidadores es prácticamente nulo. Existen diversas asociaciones que están intentando trabajar desde sus limitaciones y desde sus capacidades sobre esta cuestión del cuidado. Creo que se ha hecho muy poco porque el impacto es un factor fundamental, y hablamos muchas veces del cuidado y del envejecimiento, pero no podemos hablar de estas cuestiones sin incidir en el poder político, es decir, si no existen políticas públicas que generalicen una determinada idea, un determinado funcionamiento. Lo que estamos haciendo es insuficiente. Cada asociación o cada instituto está intentando hacer su mejor esfuerzo, pero no tienen alcance, es decir, el alcance es mínimo para la población que tenemos. En otras palabras, todos los esfuerzos no están reunidos en un esfuerzo único.

Por otra parte, las redes sociales pueden ser muy importantes en la difusión de ideas, pero también es una forma de dividir a causa de las ideas. Mientras tanto, tal vez estemos trabajando, diferentes ámbitos o ideologías, en el sentido de la idea científica, no de la ideología como dogma. Recuerdo que en algún momento en el intento de la publicación de un artículo científico nos dicen que no porque la teoría no coincide con aquello que está estipulado, pero el articulo hablaba sobre eso, sobre el cambio de la idea teórica porque el cuidador formal e informal son dos conceptos tan subjetivos que no se entienden. Fueron conceptos iniciales de la OMS, pero conocemos otros conceptos como  cuidador formal, informal y mixto. Si fuéramos estrictos, en el verdadero sentido de la palabra, formal e informal sería el tipo de trabajo, entonces serían todos informales porque no existe una profesión de cuidador. Esto intentamos gestionarlo a través de un artículo que deciden no publicar, precisamente porque no sigue una orientación. En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud genera conocimiento, pero no tiene referencias. Son sugerencias, no es ciencia, es decir, no se puede generalizar.

Entonces lo que quiero decir es que por más esfuerzos que intentamos hacer de forma separada, son casi nulos en su impacto. Llegamos a pocas personas y si no existe una política pública, se multiplican las limitaciones. Yo puedo decirle al cuidador que actúe como una persona profesional en el sentido económico, pero no en el sentido legal porque no existe una política pública. En realidad, no lo puede hacer porque no tiene esos derechos y deberes estipulados. Tampoco puedo exigir algunas cosas porque no existe una ley. Entonces yo creo que podemos intentarlo, y continuar trabajando con proyectos y propuestas, pero en este momento nos ha parecido que lo idóneo es investigar, generar documentos, crear documentos con mayor simplicidad desde la perspectiva técnica para poder enviarlos a las instituciones que tienen la capacidad de emplear, para que hagan el cambio si les parece bien. Tenemos que dejar de tener iniciativas aisladas. Aunque sean buenas, no son suficientes. Se requiere que a través de la investigación se demuestre lo que está insuficiente, a partir de la crítica, pero explicando el por qué y el cómo. Esto se puede lograr por medio de la investigación y eso es lo que hacemos.

No obstante, es importante reconocer que existen asociaciones, y que se está haciendo lo posible para que México tenga un crecimiento en el desarrollo de las personas mayores y los cuidadores. Envejecemos, y esa es una realidad inevitable, es decir, no podemos contradecirla. En 2050, seremos muchos más adultos mayores que jóvenes, por lo que la importancia política se centra en las personas adultas mayores porque son la mayoría, porque son cada vez más. Considero que, en este sentido, existe la necesidad de hacer investigación, de mostrar resultados y transformarlos, buscando respuestas concretas desde las políticas públicas. Nosotros como sociedad podemos ajustar, reajustar, orientar y mejorar una situación que esté relacionada con una política pública, pero si ésta no existe o si existe  y no funciona pues es imposible, por más que seamos muchas asociaciones intentándolo, se hace difícil lograr la transformación que se requiere.

¿Cuáles son las principales demandas que existen alrededor del tema de envejecimiento en México?

Primero, conceptualizar. Funcionamos bajo un criterio de modelo biomédico. Cada vez en el mundo tenemos más casos de enfermades psicológicas, neurológicas, alimentarias, etc. Entonces el proceso otra vez esta relacionado con las políticas públicas de salud, ya que estamos bajo un régimen biomédico que se preocupa por la enfermedad orgánica, pero se debe implementar el modelo biopsicosocial para que el cuidador y el adulto mayor tengan una atención más integral. Este modelo biomédico de salud tiene consultas de 30 minutos, en cambio, en el biopsicosocial las consultas son de una hora y existe el análisis y entrevistas del entorno de los familiares y con personas cercanas. Sin embargo, este análisis no es el que predomina, porque impera el modelo biomédico que puede ser integral desde la perspectiva orgánica, pero no desde la perspectiva psicológica y física, que también nos preocupa porque eso es lo que da autonomía al adulto mayor. Lo que no se ha tenido en cuenta en el sistema de salud es que, si muchos adultos mayores no están enfermos en el sentido de alteraciones físicas y psicológicas, el sistema de salud tendría menos gastos, y tendríamos menos cuidadores, porque el que exige un cuidado más importante es el adulto mayor en fase de envejecimiento patológico.

En consecuencia, si mejoramos la salud de los adultos mayores, que es el mismo principio que utilizó Finlandia, en vez de esconderla, lo que vamos a tener es una mejoría importante en los gastos, es decir, vamos a tener menos gastos en el Sistema Nacional de Salud. Vamos a necesitar menos cuidadores, y tendremos más gente con sus 50 años invirtiendo en sus carreras, produciendo y un país más consolidado económicamente.

Lo que importa en este momento tal vez es dejar de camuflar datos, es decir, no nos podemos despreocupar con el envejecimiento patológico porque existe y es la mayoría del envejecimiento fundamentalmente en América Latina y Caribe. Por ejemplo, en México la alimentación es cara, entonces un adulto mayor no puede tener buena alimentación. El ejercicio físico y la socialización es importante, pero no tienen tiempo para dedicarse a ello porque muchas personas mayores no tienen ingresos suficientes y deben seguir trabajando. Como resultado, no tienen todo lo necesario para disfrutar de un envejecimiento saludable. Hay que solucionar primero el envejecimiento patológico para generalizar el envejecimiento saludable. Considero que esta agenda 2030 intenta todo lo contrario, no hablar de lo patológico (aunque no va a desaparecer), sino hablar del envejecimiento normal.

Creo que la principal cuestión es crear políticas públicas y estructuras gubernamentales para una mejoría. He escuchado muchas veces alteraciones y cambios en la ideología como, por ejemplo: “no llamemos viejos a los viejos, llamémoslos personas adultas mayores”. Está bien, está perfecto. Me parece muy bien si los adultos mayores lo quieren, pero creo que las personas cuando pagan sus impuestos no esperan un cambio lingüístico, esperan una inversión real de cosas que son realmente necesarias para que ese envejecimiento normal suceda, a través de una disminución del envejecimiento patológico y no apenas un cambio lingüístico que no transforma las condiciones reales de vida de las personas mayores.

¿Qué es la Escuela del Cuidado y cuál es la motivación para trabajar en este proyecto?

La Escuela del Cuidado hace parte de Enfoques Humanísticos México. Desde Enfoques se intenta formar, realizar investigaciones, crear documentos, para llamar la atención de las instituciones y sugerir ideas para generar un desarrollo más equilibrado de estos fenómenos. El proyecto se dedica al envejecimiento y al cuidado, desde la investigación y la formación. Somos un centro de investigación mexicana que busca desarrollar aspectos que están relacionados con el envejecimiento y el cuidado para proponer a partir de este conocimiento y también para formar a personas con el propósito de mejorar.

En Enfoque tenemos varias iniciativas enfocadas en el adulto mayor y el cuidador. De ahí nace una marca que se llama Escuela del Cuidado, que funciona en redes sociales. Allí intentamos de forma sistemática desde la evidencia científica compartir información relacionada con temas de higiene, alimentación, cuidados, autocuidado, etcétera. Esta información siempre la validamos para poder compartirla, para evitar el dogma en el grupo, ya que tiene integrantes de diferentes países. Actualmente somos alrededor de 8000 cuidadores en el grupo, en donde el que intentamos crear un espacio de información y de educación. También concretamos otros grupos, como Tanatología para la Vida, porque la cuestión de la muerte está muy asociada al envejecimiento, a aspectos de cuidados, del cuidador, etc. Por eso hemos trabajado en los últimos tiempos también este ámbito de la pérdida, del duelo.

¿Qué otros actores se encuentran vinculados con el proyecto?

Hemos encontrado muchos aliados. En ese aspecto estamos muy contentos porque hay mucha preocupación por parte de otros actores. Hemos tenido aliados externos muy interesantes e importantes en otros países de América Latina y Caribe, porque vivimos todos la misma problemática. Trabajamos con muchos grupos e intentamos crear la unidad, lo cual es difícil por las ideologías, los contextos, las diferentes formas de actuar, etc. Llevamos también años trabando desde la sociedad civil, las universidades, instituciones públicas, dedicadas a las personas mayores.

Existe una buena recepción, sin embargo, aún faltan recursos económicos para sostener algunas acciones. Sin una política pública estructurada se hace más difícil. A pesar de que formamos cuidadores, adultos mayores, los certificamos, no existe una política o ley que respalde el trabajo de cuidado. Es indispensable la creación de políticas públicas coherentes y aterrizadas, que generarían múltiples beneficios y permitirían la delimitación de las responsabilidades del cuidador. Pero estamos haciendo al revés, y no está funcionando, estamos intentando mejorar algo que no existe, que es teórico. Y por ser teórico cada uno piensa y actúa diferente. Esta ha sido la principal razón por la cual creamos la red, porque creemos que debe llevarse un trabajo conjunto. Por eso nos reunimos, hablamos, pensamos las cosas, investigamos, generamos productos con evidencia científica, intervenimos, porque pues es necesario y vamos a intentar hacer prevención desde los organismos e instituciones, hablando con ellos, mostrando la realidad y sus posibles soluciones.

Podemos decir que en México hemos tenido buena recepción por parte de las instituciones del gobierno, pero falta una delimitación. Se debe contextualizar e invertir, pero esto no es posible sin política pública que delimite responsabilidades, derechos y deberes.

¿Cuáles son los principales logros y desafíos de la Escuela del Cuidado y de Enfoques Humanísticos?

En primer lugar, necesitamos evaluar la población. Nosotros iniciamos con un proyecto del país, queriendo incidir en todo el territorio mexicano. Hicimos talleres en casi todo el país. Sin embargo, la falta de políticas públicas nos ha enseñado que debemos delimitar un poco más los proyectos. En los últimos siete años nos hemos dedicado a delimitar nuestro trabajo al Estado de Guanajuato. Téngase en cuenta que los Estados de México son muy grandes y tienen una cultura propia, una forma de funcionamiento propio, y las realidades del adulto mayor cambian según el estado. De esta forma fuimos aprendiendo que tenemos que centrar el trabajo en un espacio geográfico delimitado, en una cultura más específica, para poder realmente impactar más. En consecuencia, como limitación, podemos decir que estamos intentando generalizar para llegar a muchos lugares, pero cuando no hay políticas públicas, terminas desequilibrando. De ahí que nos centramos en la investigación para proponer, y si funcionan estos proyectos, se podrán ir generalizando.

En segundo lugar, las limitaciones de las leyes. México tiene la característica de contar con leyes bien pensadas y delimitadas con todos sus requerimientos técnicos legales, sociales, éticos, etc. Sin embargo, falla la implementación. Es decir, están las leyes, pero no se implementan, y cuando se implementan es como si no existieran. Así, una ley sombra es una ley que existe, pero no se da a conocer o no se ejecuta. El problema de la implementación es la mayor limitación que tenemos.

En cuanto a los logros, uno de ellos ha sido la creación de una escala que mide el miedo, muy importante para el adulto mayor. Iniciamos este trabajo con una hipótesis, que luego fuimos testeando, teniendo en cuenta que el miedo es una sintomatología transversal a los traumas psicológicos y a las psicopatologías. Es muy importante conocer este sentido del miedo, ya sea personal, social y el miedo metafísico, que no está relacionado con una religión, sino con las creencias de las personas. El problema es que mientras no existan políticas públicas tenemos que trabajar desde el estado donde estamos, porque es donde más podemos apoyar.

En cuanto a la Escuela del Cuidado en particular, nuestro mayor reto es continuar aprobando o rechazando todo lo que se va a publicar, ya que, al ser un grupo de Facebook, hay personas que intentan publicar tal vez cosas que no tienen nada que ver con el grupo, que son ajenas al propósito del grupo. Los grupos tienen algo muy importante y es que comparten un propósito, pero es necesario mantener las ideologías separadas, ya que si se mantienen en discusión pues van a chocar y no se va a lograr el propósito del grupo. Esa ha sido una dificultad, escoger la información que se publica para que sea acorde con los objetivos del grupo y de relevancia para sus miembros.

Otro logro ha sido el crecimiento del grupo, ya que en este momento somos más de 8000. Es un grupo compuesto por 8000 cuidadores. Yo creo que es un logro bien importante, y además, el número de miembros se mantiene estable, ya que no tenemos salidas diarias. Por el contrario, se suman más personas y cuando entran, se quedan. En mi opinión, es una muestra de la adherencia al grupo y eso demuestra que realmente hemos logrado hacer lo que queríamos hacer para los cuidadores.

 

Link Escuela del Cuidado: https://www.facebook.com/groups/1143051745864292

Link RINo® Red Iberoamericana de Neurociencias https://www.facebook.com/groups/218584066588819/

Link Enfoques Humanísticos México: https://www.enfoqueshumanisticosmexico.com/

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