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ENTREVISTA A:

Yusleiby Gonzáles
Fundador del proyecto Manos abiertas por nuestro prójimo, de Asistencia y atención al adulto mayor en la Iglesia del Nazareno en Santa Clara
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Por:

FIDEL GÓMEZ GUELL

"Casi siempre las personas que más necesidades tienen son las personas que, por ejemplo, ya están jubilados, los que quizás su pensión o su jubilación no les alcanza para mucho más. Ese es casi siempre, el tipo de grupo que requiere un poquito más de nuestra atención. "

Me puedes comentar brevemente tu trayectoria profesional

Soy Pastor, graduado, cursé el seminario teológico de la Iglesia Evangélica de Cuba durante dos años. Con posterioridad, pude cursar un diplomado en consejería y ahora soy Pastor consejero. 

Partiendo de una mirada más general de la situación de los cuidados y los derechos de las personas mayores y la población vulnerable en Cuba: ¿Cómo ves el panorama de la atención a las personas mayores y los cuidadores?

Mirando el panorama existente en estos momentos en nuestro país creo que el gobierno con todo el impulso que hacen referente a la tercera edad ha llegado hasta donde puede llegar, apoyando las necesidades que tenemos en nuestro país. Por eso, el rol que en la iglesia también hemos tenido a bien consiste en poder apoyar en esta área de tanta necesidad como lo es la de los adultos mayores.  

¿Cuáles consideras que son las principales áreas y grupos dentro de las personas mayores, en los que existen mayores vulneraciones de derechos?

Casi siempre las personas que más necesidades tienen son las personas que, por ejemplo, ya están jubilados, los que quizás su pensión o su jubilación no les alcanza para mucho más. Ese es casi siempre, el tipo de grupo que requiere un poquito más de nuestra atención. 

¿Cuál es la historia de su proyecto?

Nuestro proyecto nació en nuestra iglesia. Nació de nuestro corazón el deseo de poder ayudar a otros, porque creo que es un deseo de todo cristiano. Por eso le pusimos el nombre Manos abiertas por nuestro prójimo. 

Me puedes comentar, específicamente, ¿cuáles son las necesidades, problemas y demandas que han identificado para el trabajo con esta población?

Casi siempre las necesidades que más hemos visto están relacionadas con el aspecto de la alimentación. Es el que más está golpeando a este tipo de grupo. El acceso a las medicinas también es algo que los adultos requieren mucho. Según nuestro enfoque, en el proyecto no solamente ofrecemos alimentos y medicinas, que en algún momento determinado lo hemos cubierto, sino que también hacemos un trabajo un poco más amplio. Es decir, el día en que este adulto mayor va al proyecto, por ejemplo el sábado, que es el día que tenemos para ese trabajo, no solamente se le da alimentación, sino que ese día también se le toma la tensión arterial, existe una plática entre ellos, una terapia de grupo donde cada uno de ellos puede expresar sus experiencias y las cosas por las que está pasando. También se le aplican ejercicios y de esta manera ellos se sienten un poco más emocionados, más activos. Trabajamos con un enfoque más sociocultural. La terapia de grupo son metodologías que hemos aprendido en el diplomado de consejería. 

¿ Cuánta población es atendida por este proyecto?

En la actualidad, atendemos a un grupo de 20 adultos mayores. Sin embargo, nosotros quisiéramos alcanzar no solamente la comunidad donde está localizada la iglesia, sino ir un poquito más allá. Tenemos una realidad muy compleja, con una demanda creciente, porque Villa Clara es una de las provincias que mayor índice de envejecimiento poblacional presenta en el país. Dada esa situación, creemos que debemos centrarnos en tener un poco más de alcance, no quedarnos solo en el trabajo local, sino ampliarnos. Nuestra meta es poder alcanzar a todo aquel que tenga necesidad, sin excepción. 

No obstante, no somos los únicos en nuestra comunidad que hacemos este tipo de trabajo. Existe otra iglesia de nuestra comunidad  que se llama la iglesia bautista Bethel, que también tiene un proyecto con la tercera edad de esta misma modalidad. En síntesis, ese día se les da alimento, tienen ejercicios y una terapia de grupo.

¿Quiénes conforman el equipo de trabajo? 

Tenemos personal de salud, una doctora, un clínico y un especialista en medicina general. También contamos con una cocinera y otros líderes de la iglesia que también están involucrados. Algo muy importante son los colaboradores que contribuyen con los alimentos. Pequeños agricultores que donan de sus producciones arroz, frijoles, entre otras cosas. Además contamos con el apoyo del gobierno municipal, que nos facilita dentro de sus posibilidades cajas de pollo y otras cosas. Este es un proyecto aprobado por el gobierno, inscrito dentro de los programas de ayuda social e impulsado por la iglesia dentro del marco de trabajo del departamento de asuntos religiosos del Partido.

 

Nosotros tenemos cada cierto tiempo reuniones, pero además tenemos encuentros periódicos con ellos. Cuando presenté el proyecto, les comenté que necesitaba el apoyo de ellos en cuanto a estas cosas, porque en el mercado informal los precios son muy elevados. A través del gobierno, podemos adquirir muchos productos que elaboramos que no se pueden sacar directamente de la agricultura. Nosotros tenemos una asignación periódica mensual destinada a estos proyectos. 

¿Cuáles son las necesidades formativas y de conocimiento que existen desde tu organización? 

Contamos con alguna preparación, pero no dejamos de reconocer que necesitamos prepararnos un poquito más. Tenemos toda la metodología bíblica existente, pero no dejamos de reconocer que existen estructuras un poco más formales para el trabajo que permitirían prepararnos un poco mejor. 

¿Cuál es tu valoración sobre el rol de la sociedad civil en la atención a las personas mayores y cuidadores?

Creo que debemos enfatizar un poco más. No solamente la iglesia, sino toda la sociedad.

¿Cuáles son las principales barreras, qué recomendaciones seguir para el potenciamiento del trabajo de la sociedad civil?

En estos últimos meses estamos enfrentando algunas barreras, principalmente  limitaciones económicas que nos impiden muchas veces poder ampliarnos un poquito más. En algunos casos, la legalización puede ser una barrera, pero no es nuestro caso. Pudiera existir un poco más de facilitación de recursos para este trabajo. Por ejemplo, nosotros tenemos una asignación que viene “de arriba” mensualmente, pero cuando llega la distribución al poblado no me la dan porque nuevamente debo acudir al municipio para que me la vuelva a dar, pudiendo eliminarse ese protocolo. 

¿En qué áreas o iniciativas podemos colaborar con ustedes desde Cuido60 y de qué manera?

Yo creo que la ayuda puede ser mucha, no solamente desde el punto de vista didáctico y de capacitación. Esto mismo que estamos haciendo donde nos retroalimentamos. Yo creo que en este aspecto de implementar los proyectos se necesita ayuda y colaboración, nunca va a estar de más. 

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