Por: Jorge Gómez de Mello
Uno de los resultados del paquetazo económico que nos han aplicado es que el peso cubano continúa devaluándose indeteniblemente sin que se avisoren soluciones lógicas para iniciar una recuperación sostenible del país, lo que a estas alturas resulta bastante improbable.
Hoy se ha alcanzado un nuevo récord negativo en la tasa de cambio dólar/peso: 1 USD = 250 pesos cubanos. Aunque era esperado, no deja de ser muy significativo el impacto desastroso que tiene en la ya arruinada economía del país y sobre todo en la vida de la gente común. Lamentablemente todo indica que nuestro dinero continuará descendiendo hasta traspasar el subsuelo.
¿En la práctica diaria concreta, qué significa esa tasa de cambio para la vida del cubano de a pie? Sin entrar a analizar otros aspectos importantes, lo que sería tarea para economistas y especialistas de las Ciencias Sociales, podríamos intentar hallar una respuesta en el siguiente cálculo elemental que muy pocos de los más afectados hacen: la pensión mensual de un jubilado promedio equivale hoy a $6.11 USD, lo que quiere decir que una anciana o anciano cubano debe vivir con $0.20 centavos de dólar al día.
Siguiendo la lógica de esa cuenta sencilla veremos que el médico especialista que trabaja en un hospital cubano debe intentar mantener a su familia con $0.74 centavos de dólar diarios. O que un profesional de otra rama, o un obrero especializado, debe sobrevivir con menos de 0.50 USD diarios.
Otra manera de reflejarlo sería sumando los salarios de una familia compuesta por una pareja de obreros que ganen 3 800 pesos cada uno, dividiendo el resultado entre la tasa de cambio actual equivaldría a 30 USD al mes. Si esa familia tuviera dos hijos menores están obligados a vivir con 0.25 centavos de dólar percapita al día, en un país con la economía dolarizada desde hace más de tres décadas.
